Día dos.

Hoy y ayer, dos días de mi vida donde la primera cosa es terminar las cosas de mi lista de cosas por hacer. La primera ley de la lista de las cosas por hacer es no hablar de ella o le cae la salación. 

Es un momento horrendo de la humanidad, ser humano es ser malo al parecer, nos estamos dando en la madre los unos a los otros de modo tan escarnado, los motivos para odiar al otro son tan banales como el color de la piel, partiendo de eso justamente. Luego del lugar de nacimiento, del idioma que se habla, de la clase social, de mil y una mierdas que son sólo casuales. Para mí es muy difícil soportar ciertos comentarios de la gente a la que quiero y a la que debo respetar, pero me desespero, me duele el alma al ver como somos.

¿Será posible un cambio?

Mi mar adentro.