Aborto

Compré  la prueba de embarazo con cien pesos que me prestó  mi mejor amiga, era urgente saber si esto que sentía  y la falta de la regla por una semana era realmente lo que me temía  después  de l fin de semana con mi novio, estaba reglando y se me hizo tan fácil,  nos dejamos llevar por la borrachera que teníamos, vente dentro, le dije, con la regla no pasa nada. Es como que puedo recordar ese momento claramente, él  sobre de mí  y yo estrechando su cuerpo con mis piernas, debo decir que lo amaba, amé  tanto a ese niño hasta que pasó  lo de la prueba de embarazo y le enseñé  el resultado. Yo no quería y tampoco él, mi amigo Bernd lo ha hecho muchas veces, su novia, toma pastillas o un té, le voy a preguntar. Pero rápido coño, no podemos dejar pasar más  tiempo.
Se fue todo nervioso a preguntarle a su cuate, yo llamé  a mi amiga y de amiga en amiga encontramos la solución  a mi problema. Al otro día  el novio fue a la farmacia y por doscientos pesos le vendieron un frasco de pastillas  para la úlcera. Me tenía  que tomar una o dos y la cosa sería  como tener la regla y ya, simple.  La mezcla de células  que tendría en ese momento un mes o menos de existir, caería  como una especie de costra de mi cuerpo. Esa noche le pedí  que se quedará conmigo pero se fue a una fiesta de despedida de su amigo, yo me quedé  en casa y me tomé  las pastillas. 
Tuve pesadillas y sangré, me fui a la cama de mi madre que no imaginó  para nada lo que pasaba, lloré  por lo que había  hecho y que sabía  era lo mejor para los tres. Los tres, nunca me vi como los dos, imagínate como los tres. Esa noche dejé  de amarlo, se fue en el único  momento en el que debió  quedarse. Se fue para siempre, se fueron. Desde ese día  vago sola por el mundo...

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