Mi casita de san José

Mi casita de san José mayorazgo, la que compró  mi papá  cuando tenía 36 años, en el 84. Mi mamá  tenía muchos planes, como tener un jardín bien  cuidado y una cocina integral, con poner piso bonito y cortinas dobles. Tuve mi cuarto desde el primer dia, el de la ventana grande que daba hacia los volcanes. En esa habitación  crecí, me volví adolescente, soñé con el amor de la vida, lloré por mil cosas de ese crecer rara, digamos, escribí, escribí mil y una palabras, canté, hice canciones, pintaba, hacía tantas cosas en esas cuatro paredes, mi casita era sobretodo esa recámara. Luego mi papá  se fue y mucho de lo que éramos se fue con él, cometí muchos errores en esa casita y los corregí también . Mis hermanos crecieron y aunque fue difícil, por cosas que ahora no quiero mencionar, salimos vivos, heridos pero vivos.
En esa casita murió  Lille, Dolly, tabata, mina, Milo, bruma, tocino, piji, mustafa... conejos, pollitos, peces, vida, nuestra infancia murió  ahí.
Hubiéramos, hubiera querido que la vida no cambiara  en algún  momento pero cambió. Yo me fui tres veces y la última fue definitiva. Volver a México era también volver a casa, a las tumbas de mi vida y a la luz que entraba desde el patio.
si hubiera justicia de esa legal, mis vecinos estarían recluidos y mi mamá podría vivir ahí, siempre fue una buena casa, pero no hay justicia y esos tipos siguen ahí y mi madre está  envejeciendo, ver a los padres envejecer es duro, es verme a mi misma envejeciendo.
Este verano volveré a México, a Puebla. Este verano no caminaré por la 13 b sur hasta llegar al 8326, no tomaré en el número  7, pero esta noche dormiré  tranquila porque no estaré  pensando en si mi madre está a salvo de esos pendejos.
De rocky escribiré mañana.