No quería ser otra 'victima', como lo había sido su madre, su abuela y todas sus tías; cuando escuchaba a alguna mujer decir que su marido era malo, pensaba: ' él es malo, pero tú eres pendeja'. La maldad de estos hombres era siempre inversamente proporcional a los.deseos de sus mujeres, tal vez siendo una persona y no una mujer, el hombre en cuestión no se volvería un bastardo verdugo psicológico, en el mejor de los casos...
Después de tener un par de novios fijos había entendido que su teoría era tonta, esos mermados hombres no querían una persona, querían una mujer, una de esas que ella despreciaba, arregladita para él  y con una eterna sonrisa en los labios, dispuesta a todo y contenta de escuchar hasta el.mínimo detalle de las aventuras de su galán, que a fin de cuentas se aburriria y como en los mejores relatos de mujer, casos de la vida real, se iría a buscar otra, más  o menos buena, tal vez menos mensa o lo que fuera, lo importante es que fuera otra. Era esto lo que los hacía ser malos, esta particularidad de no poder estar ni con la mismísima Miss universo sin ponerle los cuernos; pero no era culpa del tipo en cuestión, la explicación antropológica dicta que el instinto humano del macho, lo lleva a buscar preñar el mayor número de hembras para asegurar su propia descendencia, ningún  malvado, ningún hijo de pura en juego.
Entendió esa situación cuando era bien joven, y cuando notaba síntomas de aburrimiento en sus parejas, escapaba. Claro que no siempre era sencillo, algunas veces se metía tiempo a dejarlo ir, sobretodo al principio, cuando no tenía bien estudiada la naturaleza humana y utilizaba una técnica errónea  para que ellos la dejaran y no sentirse culpable; los trataba de mierda, ¿has tratado de mierda alguna vez a un hombre, mujer o quimera? Si lo has hecho sabes que es la peor forma de hacerse dejar, es como si te untarasde miel y fueras a pararte a un hormiguero; el primero.se volvió obsesivo, iba todos los días a buscarla, cartas de amor y tanto de sushi ofrecido, algunas veces aceptaba salir con él  (nada más por el sushi, bastarda!), pero el problema.fue que empezó a despreciarlo en serio, y ese cándido  muchacho ni siquiera sabía porqué, bueno, alguna pista debía  tener ya que la había dejado plantada varias veces, se iba de borracho.con sus cuales y no tenía ningún problema en contarle al otro día de las güeras que por juego había  tratado de ligarse; recordaba estos momentos cuando la ternura del cabron la hacían alvidar y se imaginaba de víctima a esperarlo cada fin de semana mientras él andaba en el desmadre.
Lo mismo pasó con el segundo, un boxeador amateur, y con el tercero, un inocente niño, porque era un niño de verdad, se acordaria de él más adelante, cuando eso de jugar al amor fue demasiado, esperaba pagar con esos momentos culeros, todo el dolor de este niño, aunque por otra parte, haberlo dejado era lo mejor que al niño le pudo pasar, ¿qué haría ahora junto a una vieja, él  tan niño?
Después de tan horrible situación, porque cuando dejó al niño hubo llanto y mucha tristeza por ambos lados, se dio a la vida loca, por llamarlo de alguna manera, trabajaba todo el día y en las noches se metía al  chat a loquera en total seguridad, tenía novios virtuales en prácticamente todo el mundo y sin problemas de fidelidad ni cenas incomodas con la familia ni tener que meter la panza o frases estúpidas de cuanto eran chicas sus tetas o gordas sus rodillas. La cosa iba de lo más  bien hasta que lo conoció y se le olvidó que los hombres son malos y no sólo eso, hasta ahora no había  conocido malos de verdad y parecía que eran mitos de mujres engañadas que para hacer sentir a todas las mujeres infelices como ellas, andaban de aqui para allá contando sus tristes historias;

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