El precio de la vida x

Ella había crecido en una familia casi como cualquier familia normal, sólo que ni mamá ni papá la amaban, su nacimiento era solamente el efecto natural de copular como conejos después de la noche de bodas y nada más, papá no lo dijo nunca pero tampoco dijo lo contrario, en cambio mamá encontró en la maternidad a los culpables de que su vida fuera miserable, claro; había sido madre y como repetía una y otra vez, sólo había sido cruel en la medida justa, su hija no tenía cicatrices de los golpes ni había sido llevada al hospital como los casos de niños maltratados que se leían en el alarma, tenía razón, sólo pegaba en la medida justa y por cosas totalmente razonables como un 9 en las calificaciones y por no lavar los platos o cuando era tarde y papá no llegaba del trabajo y entonces mamá tenía que usar toda su energía de mujer veintiañera en algo y ese algo eran esos dos pequeños asustados que total, nunca fueron a dar al hospital. Tal vez a raíz de esas cosas le parece que es mejor que la gente que de verdad quiere ser padre pueda adoptar un niño, sin importar su preferencia sexual, a que cualquier calenturiento o tipa con ganas de amarrar al novio, pueda tener hijos así porque sí, como sea ahora que se sentía tan de mierda por no haber hecho nada con su vida, estaba orgullosa de sólo una cosa, no haber sido mamá, era su contribución al mundo.
Desde chiquita no le interesó el dinero, además los otros sufrían por no tener y si ella no lo quería se evitaba toda esa cosa, los primos le rogaban al tio rico en cuestión por una moneda y se dejaban pellizcar los  cachetes. Ella no, ella se subía a la azotea y contemplaba las nubes y cuando volvían con helado del cine, se ponía a leer alguna de las novelas que su abuela tenía escondida, al principio era como escaparse de esa cosa de la pellizcada de los cachetes pero después  se volvió un vicio y apenas llegaban a casa de la abuela ella se escabullia para  poder leer en Santa paz. Le gustaban las letras y que alguien que ya no estaba ahí le pudiera hablar y contarle cosas que en general la gente no cuenta, nadie pláticas de viajes o de lo que sentía al ver la luz de la tarde entre las nubes, ...

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