bebito. (ws)

Encontraron su cuerpecito flotando en el río, hinchado, cuerpo de bebé que nadie reclamó y pocos lloraron, lloró el hombre que lo sacó del agua pensando en su hijo que dormía a esa hora, lloró la enfermera encargada de limpiarlo y lloró el fotógrafo de la nota roja que aunque acostumbrado a los cadáveres todavía sentía que algo se iba desgastando dentro de él cada vez que de niños se trataba. La policía del pueblo preguntó a los lugareños si por casualidad habían visto algo pero nadie vió. La noticia ocupó un espacio importante en el periódico local ya que nunca había noticias así de tristes, después de una semana la tristeza se había desvanecido.

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Antes de salir de casa empiezo a sentir como el corazón late fuerte, mi razón me dice que no tengo a qué temer, sólo voy a ver a equis personas en equis situación, nada importante. Pero ya cuando voy caminando por la calle siento esta debilidad en las piernas, me regaño por debilucha y mensa, yo no soy una de esas que se detiene porque el cuerpo le dice que tiene que hacer alguna cosa, sólo cuando la pipí y la popó, ni modo que me las haga en los calzones. Llego al lugar y se habla de cosas sin sentido, abro la boca y un segundo después de escuchar mis palabras me pregunto porqué mierdas estoy hablando y para qué contesto y que sería mejor reír y decir que sí, a lo que sea que digan, y ya.
vuelvo a casa como si volviera de un encuentro de box a doce rounds, me veo mi cara de cuarentona que no quiere crecer y me pregunto una vez más por qué tengo miedo a la gente y a hablarles y a que después, justo esto es lo peor, a después repetir palabra por palabra lo que dije y su pudo haberse malinterpretado, si dije cosas ofensivas de algún modo, si fui incorrecta o descortés.
Luego me duermo ya pensando en otras cosas, en mañana que haré otras cosas y hablaré con otras personas y esta vez no diré estupideces, para eso tienes el blog, incluso facebook, donde como sea no dices nada para no herir ni joder a los demás.
no sé si en pasado herí y jodí a tantos que ahora me estoy reinvindicando con la especie a la que desafortunadamente pertenezco.