volverse viejo
volverse viejo no tiene que ver con las arrugas nuevas cada día,
con el pelo blanco
con la pérdida de energía que cada día es más evidente,
volverse viejo no tiene que ver con los sonidos nuevos de este cuerpo al que cada día se conoce mejor y sin embargo sigue siendo un extraño de vez en cuando.
volverse viejo no tiene que ver con este nuevo dolor de cabeza,
de cuello,
de huesos,
de dientes,
de pies,
no tiene nada que ver con los daños ocasionados a la maquinaria después de cuarenta y rotos años.
volverse viejo tiene que ver con el insoportable ruido del que dicen música para jóvenes,
tiene que ver con reírse de los pequeños porque no entienden,
no saben,
no han vivido.
volverse viejo tiene que ver con las pocas ganas de empezar algo nuevo y sobretodo de terminar eso nuevo que se comenzó para así poder iniciar algo nuevo otra vez,
volverse viejo tiene que ver sobretodo con la necedad de no aceptar que las cosas pueden ser de otro modo, no sólo como creemos que deben ser porque así nos ha "siempre" funcionado.
Volverse viejo tiene que ver con la resignación.
volverse viejo no tiene nada que ver con la sabiduría,
ni con la madurez,
ni con quedarse en casa los sábados a hacer otras cosas diferentes a besuquearse con alguien desconocido
volverse viejo tiene que ver seguramente con no desear ser besado con pasión, que incluso la idea de que alguien se te acerque tanto como para besarte sea repulsivo.
seguramente volverse viejo tiene que ver con haber perdido la esperanza de encontrar el alma gemela, que le dicen, porque siendo viejo se entiende que no hay nada mejor que estar con uno mismo y que como decían los ídolos juveniles nunca nadie lo entenderá.
volverse viejo seguramente es vivir los momentos mejores del día pensando en un momento del pasado
volverse viejo también debe ser como no esperar tu cumpleaños con emoción, querer volver a casa y no volver a salir de ella, haber cerrado la puerta del cuerpo por donde pasaban las mariposas, no volverlas a sentir nunca más.
así debe ser volverse viejo.
con el pelo blanco
con la pérdida de energía que cada día es más evidente,
volverse viejo no tiene que ver con los sonidos nuevos de este cuerpo al que cada día se conoce mejor y sin embargo sigue siendo un extraño de vez en cuando.
volverse viejo no tiene que ver con este nuevo dolor de cabeza,
de cuello,
de huesos,
de dientes,
de pies,
no tiene nada que ver con los daños ocasionados a la maquinaria después de cuarenta y rotos años.
volverse viejo tiene que ver con el insoportable ruido del que dicen música para jóvenes,
tiene que ver con reírse de los pequeños porque no entienden,
no saben,
no han vivido.
volverse viejo tiene que ver con las pocas ganas de empezar algo nuevo y sobretodo de terminar eso nuevo que se comenzó para así poder iniciar algo nuevo otra vez,
volverse viejo tiene que ver sobretodo con la necedad de no aceptar que las cosas pueden ser de otro modo, no sólo como creemos que deben ser porque así nos ha "siempre" funcionado.
Volverse viejo tiene que ver con la resignación.
volverse viejo no tiene nada que ver con la sabiduría,
ni con la madurez,
ni con quedarse en casa los sábados a hacer otras cosas diferentes a besuquearse con alguien desconocido
volverse viejo tiene que ver seguramente con no desear ser besado con pasión, que incluso la idea de que alguien se te acerque tanto como para besarte sea repulsivo.
seguramente volverse viejo tiene que ver con haber perdido la esperanza de encontrar el alma gemela, que le dicen, porque siendo viejo se entiende que no hay nada mejor que estar con uno mismo y que como decían los ídolos juveniles nunca nadie lo entenderá.
volverse viejo seguramente es vivir los momentos mejores del día pensando en un momento del pasado
volverse viejo también debe ser como no esperar tu cumpleaños con emoción, querer volver a casa y no volver a salir de ella, haber cerrado la puerta del cuerpo por donde pasaban las mariposas, no volverlas a sentir nunca más.
así debe ser volverse viejo.
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