autoestima/autoaceptación.

Un día en una de esas reuniones aburridas de la escuela, una de las maestras nos propuso decir en voz alta nuestras virtudes, algunas decían que eran buenas madres, buenas esposas, que sabían cocinar muy rico y cosas así, lo que para mí no representaba realmente una virtud, pero en ese momento se manejaba así y nada, que al parecer si digo virtud estoy hablando de eso en lo que me considero bueno y no de la honestidad, disciplina, etc. 
Y pues lo importante es que cuando me preguntaron yo no tenía nada que decir. 
A lo que vino después toda una explicación de esta maestra que además creo que también era psicóloga:


Si no puedes decir tres cosas buenas de tí, no es porque no las tengas, es porque tienes baja autoestima y no eres capaz de ver lo bueno que hay en ti. 

Al momento me reí, yo sé muy bien qué es lo bueno que hay en mí, pensé. Pero en realidad veía y todavía por momentos  veo lo que puedo hacer bien como cosas naturales, comunes y corrientes, después me encontré que esta situación que parece baja autoestima también tiene el nombre de realismo depresivo. 

Ósea que soy capaz de ver la realidad de mi mediocridad. 

Y entonces veo a esta persona que soy yo, algo así como un bueno para nada, que cualquiera lo puede hacer mejor que yo. Y entonces puede llamarse realismo depresivo o baja autoestima pero cuando diez años después mi novio me dice que la señora equis que acaba de pasar tiene las piernas más gordas que yo, por una u otra razón, me ultra bajoneo y siento que no valgo nada porque antes que nada, lo único que me decían en algún momento que tenía bonito físicamente eran mis piernas, pero desde la perspectiva de mi soulmate, ni eso....

Y he aquí la importancia ¿De las piernas gordas?

Claro que no

He aquí la importancia de una sana autoestima y una bellísima autoaceptación. 

La autoestima que ahora conecto a la auto aceptación, se forma desde que nos formamos en las panzas de nuestras mamases
mamases deprimidas, niños deprimidos
mamases mamacitas, niños mamacitos

pero no por esto voy a ir y a decirle a mi mamá que ella tiene la culpa de que ahora yo haga unos panchos espectaculares en modo pasivo-agresivo.

Entonces cierro los ojos y siento la persona que soy, primero por dentro, héme aquí yo diana y así
un poquito de relax, relajo mi cuerpo y me doy cuenta de que es perfecto y maravilloso, aunque hay no sé cuántos millones por ahí igualitos a mí, esta yo que está aquí es única, particular y maravillosa. 

Claro que puedo mejorar, la parte física que es la que muchas veces no encaja es probablemente la más fácil de mejorar pero una muy buena herramienta es aquella que conjuga la actividad física con la actividad mental, en los momentos en los que el cuerpo y la mente se vuelven uno me conecto con ese otro elemento de mi ser, con mi consciencia y desde ahí todo es claro, todo es luz....

no digo que mañana no me encabronaré porque mi panza gorda bla bla bla....

pero por hoy

soy feliz. 



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