La hacía sentir tan fea, cierto, martima estaba siempre despeinada, era  su estilo y si no hubiera sido por lo que Rouge le provocaba, lo hubiera mandado al carajo desde la primera frase de desprecio. No es que los demás no le dijeran nada sobre su aspecto, su ropa era un mixto entre pobreza y repulsión por la moda, además, lo sabía bien, el físico no era su fuerte. No le importaba, soy como el resto de los mortales, cada uno tiene su belleza o su no belleza, se decía convencida, hasta que llegó Rouge, y lo jodió todo.  Se conocieron en una exposición de arte abstracto, él se burlaba del artista y ella pensó que sabía de arte al criticar con tanta ironía al pintor.despertaron en la misma cama, cuando él la volteó a ver dijo: ah Chinga!  Pensé que estabas más Chida. Ella se quedó mirando a ese guey un poco más joven que ella, que no era ningún Adonis y como descubrió 5 minutos después, todavía vivía con sus papás.

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