¿a dónde vamos a irnos después de aquí?
Son historias solamente, es otra de esas trampas que han puesto para que nos perdamos en buscar lo inexistente. Creía que mi pequeño órgano con forma de puñito y ojos de gomita ya estaba muerto, en verdad lo sentí apagado por mucho tiempo y eso me hacía sentir que no sentía, un autoengaño perfecto.
pero como en las películas, un día sentí que se rompía, se rompió y esa sensación de que se rompió me hizo entender, nos hizo entender que estaba vivo. ahora está roto, otra vez lo rompiste, joder, joder, joder, ya no importa.

Comentarios

Entradas populares