deseo

Abrumadoras noticias, vivirá en su caverna para siempre.

Las ganas de dormir todo el día le hicieron probar de todo para poder alimentarse en modo automático, defecar, limpiarse, girarse, ponerse de pie y volverse a acostar.

los que lo sabían le sugirieron probar el suicidio, pero él no quería morir

quería dormir profunda y eternamente, en esta suerte de eternidad que está a nuestro alcance.

Así después de años de sufrir cada mañana el tormento de dejar al sueño, trabajando de sol a sol, terminó su gran proyecto, esta especie de cámara alimentadora giratoria y lavativa. Sería su gran amigo el encargado de poner a funcionar la cámara una vez que él estuviera cómodamente instalado dentro. Una gran cantidad de dinero a disposición (los ahorros de una vida despertando a las cinco y media, nada más, nada menos) para pagar los siguientes años viviendo su sueño. 

El gran día llegó. Se despidió de todos y entró, se instaló y afuera, los que habían ido a despedirle sollozaban,  le decían que cuando se aburriera de soñar ahí estarían para él. 

Recostado en sus sábanas favoritas, cerró los ojos, cielos azules y nubes blancas, campos maravillosos, sonido de pájaros, aguas cristalinas, una maravilla como sabía que iba a ser. Cuando de pronto sonó la alarma, abrió los ojos enfadado, el cuarto estaba a oscuras, era su casa, no su cámara del sueño perfecta, ¿Estaba soñando?