Intentó desde el principio, cuando supo que las cosas iban a ser como lo decían las estrellas, intentó con todas sus fuerzas, hacérselo saber...
Pero ella volteaba cada vez que él quería enseñarle los mapas.
Le guiaba sin que se diera cuenta para que lo creyera destino, pero ella no creía en el destino desde hacía mucho tiempo, no creía en nada que no fuera su propio reflejo y lo que los demás dijeran de eso, siempre fue así hasta que él se cansó y dejó caer los mapas y se fue.
Entonces ella se volvió loca, quería seguir escuchando la voz que le decía cosas que le hacían sentir bien, ese reflejo no era nada si no había alguien a quien mostrárselo, lo buscó por todas partes pero él había desaparecido.
Para él no fue fácil desaparecer, escondido entre la maleza intentaba olvidarse de cualquier señal que le dijera alguna cosa, después de un tiempo otros signos y otros mapas lo llevaron a otra dirección, a otro destino, fue cuando comprendió que se había equivocado, ya no había forma de volver y aunque lo hiciera, ella como Narciso, se había hundido en las profundas aguas del olvido.

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