Termina otro día en el trabajo, de lejos mira a la chica y sonríe, ya la siente suya, entre los brazos, saborea su piel, su humedad.
Tú estarás en casa, bailando frente al televisor,
tal vez preparando algo para la cena
mientras él esperará por alguien más en ese café de la esquina, una esquina bien estudiada para que
ni tú, ni los tuyos, ni las vecinas indiscretas, puedan verlo.
Esperarás como has esperado en los últimos años,
terminarás por beberte sola las cervezas para celebrar el día en que se conocieron,
pondrás el cd que preparaste la noche anterior mientras él dormía después de la cena,
sabías que sería así.
de otro modo estarías sola, frente a una silla vacía, pero sin esperar nada
al menos así es más fácil cantar, recordando a alguien que tarde o temprano entrará por esa puerta
con una de las tantas excusas que ya te sabes a memoria
de otro modo ni te lo imaginas
¿Qué sería de tí así de vieja, sin nada que hacer por las noches, sin invitaciones para parejas, con los ojos de la familia sobre tí porque nadie te eligió para ser su esposa?
Ya pasará esta noche, y las siguientes también, te metes en la cama fría esperando a que llegue, duermes abrazando su almohada, mientras él abraza ese cuerpo nuevo, buscando tu olor, mientras la besa recuerda tus labios, se aburre del momento y hace todo rápido, tiene ganas de llegar y desprenderte del sueño, besarte y dormirse junto a tí, contento por volver, mañana inventará cualquier cosa y se sentirá de mierda porque en el fondo de tus ojos ve lo que tú ya sabes, prometerá a sí mismo que es la última vez, borrará el número de la tipa, ella es la culpable, ¿Cómo sabiendo que estás comprometido se atrevió a llegar hasta el final? Ya llegarán las rosas en la tarde y te sentirás tan especial como la primera vez, volverás a cocinar su plato favorito, pondrás el cd y le esperarás, segura de que esta noche sí llegará.
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