las preguntas ya estaban todas hechas,
los sabios se habían quedado durante muchos años a escribir en grandes trozos de papel, esperando también que llegaran algunas respuestas.
Al llegar las respuestas, no lograban ponerse de acuerdo, parecía que se hubieran enredado en la caída, una cosa era cierta, preguntas y respuestas parecían llegar del cielo, así que el origen debía ser celeste, de celeste pasaron a celestial.
Era tan difícil, preguntar, responder, esperar, quedarse o moverse, así que siendo difícil se obtenía algo, bien, estaban de acuerdo con que la existencia era celestial y difícil
luego lo del cielo era difícil y era difícil ser celestial
en la tierra no había respuestas, nada, tal vez estando en el cielo flotando la dificultad cediera, tal vez allá arriba se acababan las preguntas y sin preguntas las respuestas no tendrían sentido.
La cuestión era como llegar allá arriba.
Los sabios estudiaron entonces cómo llegar, estudiaron al árbol, a las aves, a las montañas, cada objeto terrestre que llevara hasta el cielo.

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