era más fácil no abrir ninguna puerta, quedarse sentado en el sofá y cambiar el canal una y otra vez hasta encontrar algo en la televisión que reflejara eso que quisiera hacer pero de ninguna manera estaba dispuesto ni siquiera a intentar. era más fácil hacer hijos, dinero, estudios y lecturas que cuestionarse la razón y el sentido, era más fácil sonreír aunque te estuviera cargando la chingada, era mucho más fácil encontrar la parte bonita de las cosas, porque todo tiene su lado amable, por eso era más fácil leer historias rosas y ver películas que evitaran que tu propia fantasía se imaginara lugares, colores, texturas. Claro, igualmente era más sencillo seguir los pasos de una receta de cocina antes que mezclar sabores y mucho más sencillo ir a una escuela a estudiar algo a memoria que descubrir quién carajos eres, mucho más simple porque en  la simplicidad de la vida se encontraba la mentada felicidad.

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