señorita mariposa

Señorita mariposa volaba tranquila, tomando el néctar, disfrutando su nueva vida, le parecía un sueño, sobretodo  cuando recordaba los días en los que se arrastraba por aquél árbol enorme y siniestro, el gran árbol que le hablaba y le decía: no eres mas que un insecto rastrero, si no fuera por mí, estarías a merced de las aves, mira, con mis ramas te cubro y puedes estar tranquila, !Agradéceme!
Ella agradecía con la voz temblando y el gran árbol la dejaba seguir viviendo, hasta que empezó a tejer su capullo y el gran árbol entonces se enojó, se sacudía para hacerla caer, reclamándole que era como todas, que después de utilizarlo se iría, pero por más que lo intentó no pudo tirarla al suelo y ella cayó en un sueño pesado, cuando despertó y abrió las alas ya no escuchó más la voz del árbol porque inmediatamente empezó a volar y ya estaba muy lejos como para escuchar los gritos del gran árbol.