tú me miras a traves de tus grandes gafas de sol, puedo ver un poquito de eso que está detrás, tus ojos gigantes
miras sin mirar
como en las canciones de sanz
hablas sin hablar
jodes sin joder
me cagas sin cagar
te odio sin odiar
¿No iba a ser escrito de tí, persona que pasaba de frente a mí y me pidió un cigarro, yo dije no tengo, tú dijiste sí, acabo de ver que comprabas unos en el super...
entonces en eso estaba cuando me acordé que las cosas no eran así, no tenía porqué escribir de tí que ni te conozco pero no pude dejar de pensar que eras el tipo de persona que empieza hablando de kafka (en serio, porqué yo conozco gente que empieza hablando de kafka?)
entonces empiezas con tu discurso kafkiano y luego hablas de que de algún modo eres artista, o tocas la guitarra o haces dibujos al desnudo, cosa que usas para señalarme que has visto mujeres desnudas con cuerpos increíbles, yo te miraré desde mis 38 años (porque hace veinte tal vez me hubieras hecho sentir algo incómoda) y entonces como decía, desde mis 38 años pensaré que eres un imbecil y que ese tipo de cosas ok, se dicen, pero no en el primer diálogo que entablas con una tipa, porque además, seamos sinceros, si te acercas a mí hay dos opciones, una de ellas es que me quieras chorear para sacarme un varo o la otra que me quieras chorear para otr cosa qu siempre termina en algo sexual, entonces cómo piensas que voy a soltarte alguna de las dos cosas hablándome de lo buenas que están otras viejas??

En fin, sigo mirando tus enormes gafas y veo como se mueve tu boca, es increíble la capacidad para no escuchar que he desarrollado con los años, no me interesa una sola de tus palabras. parece que lo sabes porque me extiendes un papel con tu nombre y tu teléfono. Al otro día marco el número y quedamos de encontrarnos en el mismo lugar a la misma hora, ahí estás esta vez sin gafas, llueve, llevas una gabardina enorme que te hace parecer el pervertido del barrio, me acerco sabiendo que no es una buena idea, no importa, vamos a un café en donde continúas hablando de kafka y de las mujeres buenísimas a las que has dibujado, una vez más no me interesa, te sigo viendo, es increíble la capacidad que he desarrollado con los años para no ver más allá de tu exterior, tu belleza es tan a flor de piel que asusta, sigues hablando, sólo te detienes para dar un sorbo al café, en algún punto quiero escuchar, realmente me empieza a interesar lo que dices, te seguiré al fin del mundo dices, ok, saco de mi bolso un boleto al fin del mundo que traigo en casos como estos, vamos al fin del mundo, vámonos mañana, dices que sí y cuando salimos del café llueve, llueve tan fuerte que te pido un huequito bajo tu paraguas, no tienes tiempo dices, debes preparar la maleta para seguirme al fin del mundo pero de ninguna manera compartirás un espacio bajo tu paraguas.

Comentarios

Entradas populares