last days of summer

mis pre últimos días aquí en Puebla de los Angeles, en las calles de mi vida y de mi amor, en mi oficinita el zazazá, con mi mesero que adoro Daniel, con la cinco de mayo y los globeros, la calle chiquita donde paso siempre esperando no encontrarme con cierto chaval y la profética donde espero encontrarme con chico lunar, el poder encontrarme a la vuelta de la esquina con alguien conocido (que siempre es Kinto o Gustavo) estos dos conocidos que saben aproximadamnte quien soy o como soy o no sé, reímos juntos y hablamos de cine, de cine neto que yo no he visto, hablamos de libros, de libros netos, que ellos a veces no han leído, nos sentamos juntos y algunas veces dibujamos, resolvemos a medias la problemática política y social del país, del continente y del mundo. Hablamos de transtornos mentales, de psicopatías, de comics y de moneros, que si los europeos la rolan o que si rius es de verdad el mejor caricaturista de México (yo adoro a Trino, lo siento)
nos vamos ya tarde caminando sin problema por las calles a obscuras, a veces en silencio y otras riéndonos de cualquier pendejada, cada quién carga su mochila histórica, cada uno tiene una vida distinta que se une en este punto en el que por algún modo aquí y ahora estamos bien solos pero también estamos bien si nos encontramos por casualidad a la vuelta de la esquina.
Ok, yo iba a hablar de mis últimos días aquí, llenos de cosas por hacer, de papeles, de tarjetas, de decisiones trascedentales (tipo qué diablos llevar de ropaje) pero honestamente no tengo ganas, quiero revolcarme como gato en el pasto y luego ir corriendo al za para encontrarme a mis amigos y tomarnos un cafecito...