siena

Es invierno y aunque los colores no son esos de las postales que compré en un puesto de periòdicos, la verdad la ciudad es linda, los colores de los edificios son justo esos, los que salen del tubito que compras marca atl con el nombre Siena.

La primer cosa que puede sorprenderte es que hay escaleras eléctricas para llegar al centro de la ciudad, contrastan con la antiguedad del mismo pero se agradecen si como yo, llevas un pie lastimado. Hubiera preferido hacer la subida a pie, si hubiera ido en otro tiempo, con el pie sano. Llegando a la parte alta de la ciudad encuentras obras de arte contemporáneo entremezcladas con la vieja ciudad medieval, sus muros parecen de fortalezas, imagino a los caballos y a la gente vestida como en las pelìculas de princesas. No hay mucho que visitar en Siena la ciudad, la plaza principal que es cónica, los edificios circundantes, como en toda Italia encuentras enmedio del "patrimonio histórico" el otro patrimonio, las tiendas de ropa...

Lo mejor de Siena está en la carretera, estos caminos sinuosos atravesando los campos que, aun en invierno no dejan de sorprender por su belleza, las filas de árboles que me explicaron sirven para proteger del sol en el verano, todo parece un paisaje hecho por alguno de sus tantos pintores de paisajes.
Los árboles son anaranjados y amarillos, yo quería saber porqué se veían así y corté una rama, tienen un tipo de hongo pegado a la corteza que les da este color, el campo es verde "toscana" un tipo de verde seco, tal vez sòlo visto en esta toscana. La tierra tambièn tiene un color particular, es justamente este color casi miel, sienés.