beep beep

Y siempre estoy con prisa como si alguien viniera tras de mí y yo tuviera que acelerar el paso para no ser atrapada. Sigo aquí, beep beep sigo sentada aquí pero corriendo, contando los días y haciendo como si todo estuviera o.k. diciendo mentiras al por mayor y lo peor es que me lo creen... Soy la au pair que es maestra de kinder y que vino y llegó odiando a los niños y sin entender su forma de ser y ya con ellos me doy cuenta que son así por la falta de desarrollo cerebral, unos pequeños bastardos eso es lo que son, nada de particular porque crecen y se vuelven nosotros pero al adulto promedio le dan ternura ya que todos fuimos un pequeño culero disfrazado de bondad con tal de sobrevivir y más te vale ser bonito desde pequeño porque ya en el mundo del “todos somos iguales” llamado la escuela, el pedo no es fácil, hay miedos, envidias y rencores y entonces el bulling es culero y si en casa eres el nene de mamá en la escuela eres sólo un pendejo más al que le pueden dar por el culo si se descuida, solo basta ser más gordo, más flaco, más alto, más chaparro, más negro, más blanco, más lento, más rápido, más listo, más imbécil, más rico, más pobre, más sucio, más limpio... más o menos, finalmente el mediocre genético la va llevando bien.