uno de estos días

Fuera la luz, así el silencio me parecía mayor, tan oscuro y misterioso como tus ojos.
Te digo, paso las horas enteras llevándome tu piel célula por célula, primero la de los pies, de a poco me llevaré tu carne a mordidas, sin darte cuenta un día serás sólo huesos
- qué débil estoy, pensarás
será entonces que ya sin poder moverte tomaré tus huesos tan preciosos como el resto y les iré sacando el tuétano para esparcirlo en mis sábanas y tener conmigo y para siempre tu esencia.

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