Comenzamos de hoy

Las promesas se me escapan y aunque quisiera ser una constante y hacer lo que pienso, la mas de las veces me encuentro cansada o dormida o con dolor, de eso debo hablar.
Hace dos semanas que empezó esta cosa, cada vez que comía me daba un dolor terrible en las muelas superiores del lado izquierdo, una especie de aguja caliente que me entraba en las muelas. Este dolor pasaba después de unos segundos y pensé que era sólo cuestión de sensibilidad dental y dejé pasar. El dolor siguió apareciendo cada que comía y poco a poco era más difícil que se fuera. Comer se volvió difícil y me lavaba los dientes con agua helada para tener algo de alivio, hasta que el viernes me llegó este dolor mientras estaba entrenando, así que tal vez no era sensibilidad, tal vez no era el diente, tal vez era la muela del juicio. El dolor no me pasó ni el viernes ni el sábado, para el domingo ya no podía más. Había tomado tantos analgésicos que no podía creer la fuerza de este dolor, horrible dolor que me recordaba cuánto estupida era cuando pensaba que el dolor emocional era peor que ese físico, claro que a veinte años y en gran salud no se puede entender de todos estos males físicos que aparecen con la edad, por todas las veces que te caiste de niño y de joven y no te importó.

Domingo en la noche, estamos por ir al hospital pero la idea de quedarme ahí con un suero y sola, con el riesgo de contagiarme de covid, me hizo pensar que mejor me tomaba una pastilla para dormir y ya para el lunes iría al dentista, algo me dice que esto es debido a mi cuello torcido y que de ahí viene esta mierda. Me tomo esta pastilla que me noquea totalmente y duermo como un bebé. Me despierto sin dolor, después de días de sufrir estoy bien. Cuando bebo mi café siento una ligera punzada. Llamo al doctor para pedirle una medicina que creo puede ayudar. Voy al dentista y me confirma que no son los dientes, es sinusitis según cree. Cuando salgo del dentista el dolor me está matando, paso todo el día con esta cosa que quema y punza. Voy al doctor y me diagnostica neuralgia del trigemino, un nervio que se ramifica desde la mandibula al ojo, a los dientes y a la barbilla, lo llaman el dolor del suicidio y se usa medicina para la ansiedad y epilepsia, por eso la pastilla para dormir lo mitigó. Todavía no puedo comer sin que se despierte esta bestia. Ser adulto es peor de lo que imaginaba.

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