Día 1025

Nos llevaban con los ojos vendados y agarràndole la mano al que iba adelante, el aire tenía ese olor de suavizante de tela que te hace sentir que todo está limpio y por eso mismo todo está bien.
Bajo mis pies de sentía el pelo de una alfombra de no poco valor, la mano de la.derecha era huesuda, apretaba emasiado a mis dedos regordetes de señora eterna adolescente, la mano de atrás era caliente, de ese calor que tranquiliza pero tarde o temprano asquea.
Las pruebas no eran tan difíciles como se leía en el manual, ver televisión sin decir una palabra, sonreír por las más absurdas bromas y soportar cambios de humor, por parte de los tres integrantes, eso sí.
La cosa es que los programas de la tele te daban ganas de hablar y hablar o distraerse como fuera, las bromas estúpidas después de un tiempo no se podían soportar y además encabronaban, y lo peor, los mermados cambios de humor que, uno no imagina cómo pueden ser, pero hay gente terrible, un cambio de humor puede llevar a golpear a otro, a herirlo profundamente y a matar, en forma figurativa o real, a una persona, animal o cosa, o cosa que sea las tres cosas en contemporáneo.