mirando desde la ventana III

Nos íbamos todos los días juntas y todos los días me hablaba de cuántos hijos iba a tener, sus hermanas me ignoraban y de vez en cuando volteaban a verme y se reían, yo era una de la que las demás se pueden reír, era una niña aunque tenía 14 años, nunca había usado maquillaje y me seguía peinando con trenzas y coletas. La verdad yo también me reía de ellas porque parecían salidas de una revista de los años setenta y sus copetes eran irreales, está bien que yo era una niña pero sabía de moda y sabía que aunque eran bonitas, eran estúpidas.
Mientras tanto mi mamá comenzaba su transformación, la señora cienfuegos la llevó a una reunión de maquillajes en donde le hicieron un tratamiento al cabello y cuando llegué esa tarde de la escuela no sólo su cabello estaba perfectamente peinado, había sucedido un milagro y la casa estaba toda limpia, no el normal desastre de ropa por todas partes, juguetes, comida y colillas de cigarro, era increíble. "así la quiero ver la casa, todos los días".. claro ma, yo también quiero ver la casa así todos los días. Entonces tenemos que trabajar en eso, la señora cienfuegos ya me explicó cómo hacerlo, en su casa hacen todo sus hijas, así que yo lo he hecho hoy, a tí te toca mañana, tus hermanos harán lo posible por ayudarte, así será.
¿Yooooo?
Además iremos con esta experta de maquillaje porque tú también tienes que cambiar, tienes catorce y pareces una chamaca babosa, el sábado iremos, te quiero ver como a las hijas de la señora cienfuegos.
¿Mi mamá era estúpida o se hacía? Las hijas de esta señora eran de esas mujeres de cuerpo de mujer ya desde chiquitas, yo era de esas niñas que siempre tendrán esa figura de niña redonda.
Mi papá no paraba de reír cuando nos vio llegar de la reunión del sábado, yo quería llorar y para colmo, las tres hermanas me habían invitado a dar la vuelta más tarde, a un centro comercial que yo en particular odiaba, estas vecinas se estaban volviendo una pesadilla.
Dimos vueltas en el centro comercial como unas grandes estúpidas, yo siempre con la más joven que le mandaba besos a los niños que le gustaban, me daba tanta pena que me mordía las uñas, ella me decía que si me mordía las uñas parecía una chamaca babosa y que estábamos ahí para conseguir novio, ¿Qué? yo no quería novio, no quería nada.
Cuando volvíamos del centro comercial le pregunté por su papá, porque tenía un papá, existía un señor cienfuegos, ¿no?
Mi papá vive en ciudad de México, el problema es que mis papás se quieren mucho pero no pueden estar juntos,¿ te das cuenta? son cosas que los niños no entienden, mis papás se quieren, mi mamá era bellísima, ahora has visto que está gorda, bueno, porque cuando vive con mi papá come mucho porque a mi papá le gusta ver cuando mi mamá come, no es tan raro como te lo imaginas, mi mamá se ve muy bonita comiendo, así que mi papá le llevaba todos los días pasteles, galletas, tacos al pastor y pan de dulce, por ahora el médico les ha prohibido estar juntos hasta que mi mamá pierda unos cuantos kilos, así que dentro de algunos meses lo conocerás.




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