la loca de los gatos.

No, nada, nada sale de mis manos. Mi cabeza cuenta del uno al diez ininterrumpidamente para conservar estos últimos diez segundos de cordura, nunca quise hacer lo que hice, y si me preguntan qué fue lo que hice seguramente no podría recordarlo, dos, porque no viene nada a mi mente, en serio, quisiera sólo tener una bolita de lana o un lápiz, tres, no me veo como el marqués de sade a escribir con mis excrecencias y mucho menos con mi sangre, la idea de ver mi sangre o la de otro me da nauseas, por eso no creo que yo haya hecho lo que dicen que hice, cuatro, pero en estos últimos días he soñado con algo horrendo, veo como destroza ese pequeño cuerpecito y siento una especie de fuego desde la punta de los pies hasta el pelo, no es una sensación agradable, me despierto pensando que no sería capaz de hacer algo así con un ser vivo, incluso cuando el ser vivo merezca ser destrozado y molido y después dado de comer a mis gatos, cinco, pero lo que es cierto es que lo vi brincar el muro de mi casa, me paralicé, afuera estaban todavía los mishos comiendo, estúpida, mil veces estúpida, seis, me paralicé, debí tomar el teléfono y llamar a la policía, pero tal vez como en otras ocasiones me dirían que estoy loca, que debo dejar en paz a los vecinos, que también están locos pero que no son peligrosos.
Èl era peligroso, siete,  lo vi tomarlo de la cola y acabar con su vida, después despertamos como todos los días abrazados, miso no estaba, lo buscamos sin encontrar rastro de él. ocho. Luego vinieron los policías, esta vez no los había llamado yo. Dejé a mis mishos solos, y esto es lo que me tiene nerviosa, contando sin parar, no, nada sale de mis manos, nueve, mis sobrinos estarán riéndose tirando todas mis cosas a la basura, dejarán escapar a mis mishos si no les llama pronto el abogado y les explica cómo está la situación, por cada gato que se pierda o muera, ellos perderán una de mis casas, mis pocos dineros del banco, nunca me creí sus visitas fingidas y sus llamadas para saludar a la tía. Dicen que hice eso de moler a el vecino y dárselo de comer a mis gatos, qué asco, espero que se hayan inventado todo porque mis gatos sólo comen whiskas.



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