oda a las solteronas

Oda a las mujeres solas
a sus casas de mujer
con perros o gatos
y con tanto de todo un poco por doquier

Oda a las mujeres solitarias
con sus libros bajo el brazo
y sus sueños entre las estrellas

Oda a las mujeres con ovarios
que se cargan el garrafón del agua
y que pagan su renta, su luz y su gas

Oda a las llamadas solteronas
impredecibles
que se pintan el pelo de morado, azul, rosa
que no son ni gordas ni flacas,
son ellas y ya, sin ojos a quien agradarles
libres de ser lo que quieren ser

Oda a las tías que van del brazo de la abuela
y que en silencio tejen sueños en brazos del príncipe azul
con la ilusión del amor perfecto,
que nadie vendrá a romperles
el corazón con el golpe de la realidad.

Oda a las que no se dejaron llevar por la tele y los cuentos
oda a las que nacieron con el radar hacia otra dirección
y que se sujetan de sus propias vidas

Oda a las mujeres solteronas
cabronas perfectas, puras y prohibidas
que no serán de nadie
sólo de sí mismas.