la cuestión es...

Abrió la ventana para dejar entrar el aire puro de las primeras horas del día, él no decía nada, sólo se quedó sentado mirando hacia las montañas mientras el café estaba listo.
Nos bebimos de un sólo sorbo con la mirada.

- Me hacías tanta falta, dijo, rompiendo el silencio como quien rasga una carta que jamás se envió.

- Nunca nos hicimos falta, contestó. Nunca reímos juntos, lo nuestro eran largos monólogos, palabras que iban apareciendo en la pantalla, esta mierda de la tecnología que nos engaña haciéndonos creer que estamos cerca cuando nunca estuvimos tan lejos.




Comentarios

Entradas populares