montaña

montaña vivir en la montaña
hacer un agujero del tamaño de una casa
y vivir en la montaña

hoy como ayer y como cada día, mientras estoy en el gimnasio me doy cuenta de que no soy una chica de
gimnasio, iniciando con el tener que quitarse la ropa delante a las demás y entrever de paso, a las demás sin ropa. No me malentiendan, no es por pudor, simplemente estos cuerpos no son la gran cosa como para estarlos enseñando y viéndolos gratuitamente. Luego viene la parte en la que te tienes que vestir de acuerdo a la ocasión, podría sin problemas ponerme un gran saco tipo playera gigante y ya, los tenis y calcetas, pero entonces empieza el problema de que de alguna forma la ropa te tiene que hacer encajar. Muy bien, pantalón que asco, me va tan mal ese tipo de pantalón principesco, se nota que tengo un cuerpo horrendo y no sé porqué tengo que hacerlo ver. Bien, puedo perder una hora de mi vida pensado porqué tengo que hacer ver a los demás mi cuerpo horrendo bajo estos horrendos pantalones pegados, cualquier camiseta se verá terrible, pierdo otra media hora para darme cuenta que es horrible es horrendo ir al gimnasio. Finalmente llego ya que no puede ser que por estas estupideces me detenga. A decir verdad una vez dentro la cosa se vuelve peor, aunque  no huele mal, se sabe que la gente que está ahí lo hace para estar en forma, para tener una mejor figura, veo mi figura en uno de los tantos espejos, sé que no importa cuántas sentadillas haga, el cuerpo que tengo es así y siempre será así, podría estar perdiendo el tiempo en otra cosa, pero no, estoy ahí adentro haciendo como que es tan importante y finalmente resulta ser tan importante porque si lo hago es porque creo que de alguna manera me ayudará a no ser eso que soy y que no es bello.
En las máquinas de movimiento la cosa de perder el tiempo es peor, correr hacia la  nada, mi mente lo sabe y mi cuerpo también, cada vez que bajo de una de estas máquinas mi mente se confunde, ¿No íbamos hacia alguna parte? No, seguimos aquí, haciéndonos pendejos. Cuando se acaba el tiempo de entrenamiento regreso a casa, antes de eso debería bañarme en el gimnasio pero no puedo, no puedo secarme ni estirarme ni rascarme ni nada de esas cosas delante de las demás, me ahorro la situación y me visto tapando por fin, ese cuerpo raro que cuando está solo está tan feliz.

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