hermandad...

Esta situación de ser mujer pero querer ser igual a cualquier otro, ósea ser igual a un hombre. Es una situación rara e incómoda porque no somos iguales, pero de alguna manera se estableció que los hombres fueran de alguna manera los dominadores y nosotras las dominadas, tal parece que tiene que ver con eso de meter y dejarse meter, ósea, con el pene y la vagina.
Yo crecí en un mundo latinoamericano, donde papá trabajaba y mamá estaba en casa, la que mandaba era mamá pero el que daba el dinero, era papá.
Mamá desde mi punto de vista, no sabía mandar a papá, papá desde mi punto de vista, no supo bien a bien manejar su vida.
En estas historias de hombres y mujeres, la historia que cuenta más o la que es más visible, es la del amor, las mujeres que buscan el hombre maravilla casi príncipe azul y los hombres que quieren esa mujer maravillosa, casi de revista físicamente sin mucho en el cerebro de preferencia y algo sumisa (nada tiene que ver la inteligencia con la sumisión, como veremos adelante)
Desde niña nos planteaban sutilmente que debíamos ser antes que nada, bonitas, si no eras bonita ya llevabas las de perder, no tendrías novio y probablemente no te casarías y tendrías que pasar tus días sola, así como tus tías las solteronas, claro que cuando se es así niño uno no puede refutar que no es posible, que tu tía solterona es más bonita que tu tía casada con ese horrendo de tu tío, que probablemente el matrimonio no tenga nada que ver con la belleza física e seguramente tampoco con el amor VERDADERO.
Como sea yo no era bonita, era la más gorda y fea de mi grupo de amigas y probablemente la más desesperada por tener novio para que de ese modo quedara claro que no era ni tan fea ni tan gorda, como eso del bonito y gordo no tiene nada que ver con que un hombre te pida ser tu novia (a los 16 los niños están igualmente preocupados por tener a alguien, normalmente buscan a la más débil del grupo que les dirá que sí -yo- aunque siempre sigan enamorados de la más linda del grupo, que desde su perspectiva, les hubiera dicho que no -mi amiga x-)
Así tuve un primer novio y mi amiga x que no sabía de esta cosa de los niños de 16 años (y probablemente no lo sabe tampoco ahora) entró en crisis, ella era la que debía tener novio y no yo, terminó por agarrarlo a besos mientras yo no estaba, lo que terminó con varias cosas, mi confianza en las mujeres y mi noviazgo juvenil.
Perdí la confianza en las mujeres y me hice amiga de muchos hombres, es que son tan simples, divertidos, sin problemas, son maravillosos cuando no quieren ser nada tuyo y viceversa, es terrible cuando descubres que siempre quisieron ser algo tuyo al menos unos 15 minutos, y cuando encuentran una novia se van, uno lo tiene que entender y esperar a que la cabrona en turno le rompa el corazón a tu cuate y entonces volverá y a beber por las calles y a cantar y a decir cuanta pendejada y eso era divertido, luego se pasaba a discursos serios, me pensaba que casi todos los hombres eran como mis cuates, ninguno de ellos hubiera sido capaz de pegarle a su novia, pero sí de echarse una canilla al aire de vez en cuando, arrepintiéndose después. Mis hermanos hombres y mis hermanos amigos hombres, todo es maravilloso con ellos hasta que te enamoras de uno y él no de ti.Y en esta parte debo agregar un enorme GRACIAS a todos aquellos que no sentían  un carajo por mí y fueron claros porque lo mejor es ser claro, si quieres tener sexo con alguien que no sea con alguien que siente algo por tí, eso es  una cosa culera. PUNTO.
Muchos amigos pero pocas amigas, dejé de lado a mis cómplices en este mundo de hombres y ahora de alguna  forma me siento traidora, cada vez que escucho a uno burlarse del feminismo o decir "sólo se la quería follar" o "esa vieja está re buena" "es una puta" " es estúpida, es mujer" no puedo dejar de sentir repulsión y unas ganas enormes de primero que nada, no volver a dejar a ningún hombre tocarme, claro que ninguno de ellos moriría, el punto es que han hecho que entre nosotras no haya comunicación si no es para hablar de ellos, no de nosotras, de ellos, si nos pusiéramos de acuerdo y no volviéramos a tener sexo con ellos hasta que cambiaran sus preceptos estúpidos, hablo desde el mundo musulmán hasta el mundo americano que parecen estar en franca oposición pero que al final son lo mismo.



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