la iglesia.

Crecer bajo una cosa que algunos llaman "la única religión válida", ir a la iglesia los domingos, estudiar en una escuela de monjas, sentir el peso de los pecados cometidos cuando se tienen doce años. Catolicismo, esa especie de enfermedad disfrazada de "la palabra de dios". Y que si lees ciertas cosas, si te comportas de cierto modo, si por tu mente pasa por algún momento una idea macabra, se te cerrarán las puertas del cielo.
Lleno de confusiones, de cosas que debes creer sin cuestionar porqué ni cómo ni cuándo, ni porqué
ese niño vive en la calle mientras el sacerdote de la colonia tiene una casa tres veces más grande
que la tuya y ahí sólo vive él. Ni porqué cuestionarse que las monjas estén todo el día encerradas, sin hacer gran cosa, rezando, algunas hiriendo sus cuerpos para llegar a una especie de extasis, otras en silencio, algunas de ellas, pocas, viajando por el mundo en misiones, y yo con mi botecito pidiendo dinero a los coches que se detenían enfrente de la escuela para las misiones africanas, y yo imaginando que era para darles de comer y salvarlos del infierno, a esos niños que acostumbrados a estar en su mundo, se les arrebatan sus costumbres e ideas para que se salven y se vuelvan católicos, porque nadie se salva si no es bautizado,  pobrecitos porque tienen todavía el pecado original.



Comentarios

Entradas populares