conexiones 2326 (end of the summer) 17/10/11

Orta es un pueblo y tiene un lago, en medio del lago hay una isla que se llama isla de san Julio (Giulio) en la isla hay un monasterio, frente a dicho monasterio, más bien en la orilla del lago viendo hacia dicho monasterio he tenido dos revelaciones cabronas en mi vida, una en navidades y otra ayer.

Como siempre, me doy cuenta de las revelaciones después de pasadas unas horas, en el momento estoy ahí a grabarlo todo en mi cinta de al ratito se me olvida, pero a veces no se olvida, ahí se queda.


Hay algo de Orta que me gusta, cuando estuve ahí por primera vez estaba totalmente vacía (pueblo y señora que escribe, las dos vacías) hacía mucho frío y aun así me gustó, en ese momento me propuse volver y conocer bien sus callejuelas, éstas sí son callejuelas.

Pero el punto esencial es que de alguna manera nos vamos conectando con las personas que debemos conocer para algo ulterior o para solucionar alguna cosa que traemos arrastrando desde niños, cierto, creo en todo y al final no creo en nada, o no creo en nada y a la mera hora traigo a san benito con la virgen y el corazoncito que habla del amor de mi padre que creo nunca me quiso, pero siempre he creido en esta cosa de que alguien nos está chingando y siempre me he sentido una persona no persona, feliz e infeliz, aquí y no aquí y queriendo irme a otra parte cuando la otra parte no se sabe cuál es.

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Amé este verano, lo amo como se ama lo perdido.