haciendo "lunetas" para el dìa del niño...
¿Qué es lo que quieren de nosotros?
tal vez no existan y uno aquí a sorberse el seso descifrando lo inexistente.
estoy en tiempo de sequía, cada palabra que viene a mi mente busca ser justificada, no hay metáforas, es como si mis pensamientos pasaran por un filtro y ahí se detuvieran, lo mismo pasa al hablar, me he vuelto gran receptora de historias, a veces repetitivas, casi siempre llenas de enojo, la gente habla mucho de cosas que le enojan, yo espero no hacerlo pero termino hablando igual, enojándome y terriblemente, he ganado algo. Es así, sí Sra voz de mi consciencia, soy feliz haciendo rompecabezas aunque no tenga un coche ni un novio, ni un hijo ni ropa de marca, soy feliz rodeada de las cosas que me gustan y de la gente con la que me siento bien. La señora voz de la consciencia me dice que no se quién soy, le digo que ella tampoco a fin de cuentas, pero en realidad he pasado mucho tiempo a cuestionarme quién soy, tanto que terminé por aceptar que la condición es no saberlo del todo, porque sin misterio me aburriría, me gusta cuando hago cosas que no me esperaba, me gusta también ver cómo mis ideas toman forma, eso de poder hacer un dibujito de algo que estoy pensando es magnífico, no le sirve a nadie y eso está bien, lo inservible como liberación de la esclavitud.
Sölo quisiera que volvieran las palabras, imaginar espacios y poder describirlos, su casa blanca tan blanca que cegaba, la cocina con los platos listos, la puerta abierta para que entrara un poco de aire, cocinábamos y bailábamos, era una especie de terapia de la risa, reir sin parar, entendernos sin hablar, el ruido de las cuentas de la cortina y esa especie de aire latinoamericano así tan cerca de europa. Nos gustaba salir a cazar estrellas, nos quedábamos horas viendo su reflejo en el lago y luego brincar sobre ellas para guardarlas en la boca, la luz salía por nuestros poros, al menos por los suyos, y un día mientras la veía brincar sobre de una estrella enorme, mi corazón dio muestras de existir.
¿Qué es lo que quieren de nosotros?
tal vez no existan y uno aquí a sorberse el seso descifrando lo inexistente.
estoy en tiempo de sequía, cada palabra que viene a mi mente busca ser justificada, no hay metáforas, es como si mis pensamientos pasaran por un filtro y ahí se detuvieran, lo mismo pasa al hablar, me he vuelto gran receptora de historias, a veces repetitivas, casi siempre llenas de enojo, la gente habla mucho de cosas que le enojan, yo espero no hacerlo pero termino hablando igual, enojándome y terriblemente, he ganado algo. Es así, sí Sra voz de mi consciencia, soy feliz haciendo rompecabezas aunque no tenga un coche ni un novio, ni un hijo ni ropa de marca, soy feliz rodeada de las cosas que me gustan y de la gente con la que me siento bien. La señora voz de la consciencia me dice que no se quién soy, le digo que ella tampoco a fin de cuentas, pero en realidad he pasado mucho tiempo a cuestionarme quién soy, tanto que terminé por aceptar que la condición es no saberlo del todo, porque sin misterio me aburriría, me gusta cuando hago cosas que no me esperaba, me gusta también ver cómo mis ideas toman forma, eso de poder hacer un dibujito de algo que estoy pensando es magnífico, no le sirve a nadie y eso está bien, lo inservible como liberación de la esclavitud.
Sölo quisiera que volvieran las palabras, imaginar espacios y poder describirlos, su casa blanca tan blanca que cegaba, la cocina con los platos listos, la puerta abierta para que entrara un poco de aire, cocinábamos y bailábamos, era una especie de terapia de la risa, reir sin parar, entendernos sin hablar, el ruido de las cuentas de la cortina y esa especie de aire latinoamericano así tan cerca de europa. Nos gustaba salir a cazar estrellas, nos quedábamos horas viendo su reflejo en el lago y luego brincar sobre ellas para guardarlas en la boca, la luz salía por nuestros poros, al menos por los suyos, y un día mientras la veía brincar sobre de una estrella enorme, mi corazón dio muestras de existir.
Comentarios
Publicar un comentario