fechados

Humanos necesitamos fechas, dìas de celebraciòn marcados en el calendario, que nos digan còmo y cuàndo festejar o esperar el fin, señalar el inicio, usar la ropa apropiada, llenarnos de fetiches.
mientras tanto en un lugar lejano del mundo, en una calle cualquiera que ya puedes ver desde google earth, seis gatitos comen sus galletas y una perra les persigue, allà afuera hace mucho frìo, tanto que se mete por las pequeñas fisuras entre madera y madera, abres la puerta y sales al patio, frìo, arriba un pedacito de cielo ya noche, pocas estrellas se ven desde esta ciudad contaminada de luces artificiales. La puerta de la casa, escaleras y dentro en la recàmara principal una mujer duerme, con mal de estòmago y de cabeza, ni imaginar què siente dentro. Una vida que no ha sido tan simple como ella quisiera, sus muletas emocionales en la còmoda. Bajo otra vez y estoy entre los gatos, buscan el calor de mi cuerpo y soy un calentador de gatos, aquì me quedo, sonrìo espontàneamente, antes en el camiòn   sonreì por veinte minutos, necesitamos cronòmetros, y me sentì mejor, luego recordè cuando Jam dijo que ahora estoy màs situada en la tierra, que antes de Italia 2011 era como una chinampina, "Te iba bien, pero volabas mucho, te exaltabas, brincabas. Ahora estàs tan quieta, tan callada" Es cierto, lo miro en el espejo y lo miro dentro de mì.




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