like falling angels...

Era un sàbado, yo vestìa una falda roja a rayas, una camiseta de marinerita y zapatos bajos que no se llamaban todavìa "flats" eran sòlo zapatos bajos, eran rojos como la falda.
Tenìa 16, tenìa un flamante novio y ese dìa fue el primer dìa que salìa con èl, o con cualquier otro novio, mi primera salida oficial con novio.
ìbamos en el coche de alguien, en la parte de atràs. Me contò que se la pasaba escuchando mùsica todo el tiempo, yo tambièn y asì fue que hablamos de grupos, yo dije: Joy division y èl dijo The cure. Era el tiempo del mundo sin carretera de la informaciòn asì que conocer a The cure o a Joy division era difìcil, sobretodo en un mundo controlado por televisa, donde lo que escuchabas era eso que pasaban en el radio, pero èl tenìa hermanos mayores que lograban captar la radio del distrito, rock 101 para ser exactos y yo, yo no sè ni còmo habìa conocido a Joy division, pero tenìa un cassette maltratado y que se escuchaba mal, ponìa este cassette e imaginaba que estos chavos tendrìan unos cuatro años màs que yo, no imaginè que el vocalista ya estaba muerto y que esa mùsica era la mùsica de la inglaterra del fin de los años setenta.
Era el verano del 89, a este niño lo volvì a ver tres veces màs y acabò nuestro noviazgo en donde me pasò algo que marcò mi vida para siempre, escuchar a the cure. La cuestiòn es que fue mucho màs que mùsica para mì, fue entrar en la literatura francesa de la mano de Jean Cocteau, para luego leer a Camus y a Sartre, para leer intimidad y sentir por momentos que era Lulù y soñar con esa persona especial casi pareja casi familia con la que hablar hasta la madrugada acostados uno junto al otro, sin contacto fìsico, sin esperar nada tan sòlo reir juntos.

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