la razòn

la razòn me dice que escriba historias que me invento pero no sè si el inventarme historias ahora sea bueno, porque cada que me invento una, algo comunica mal, entonces escribirè sobre otras cosas, hay mil cosas de las que escribir.
Pero hoy quiero escribir de mis desordenes de personalidad, de lo que pasa cuando "me transformo".
No lo habìa vivido, es asì, no me habìa pasado hacer escenas, en estos dìas lo he estado analizando y tengo una visiòn màs clara.

Al principio sentìa que la mente se me hacìa en dos, como cuando voy a una librerìa, y una parte decìa: esta es la vida que pudiste tener y la otra decìa, coño, no hagas esto.
NO tenìa nada que ver con èl. Èl estaba ahì tranquilo, su mirada, yo sentìa que entendìa lo que me estaba pasando, a veces se acercaba y me abrazaba.

Luego fue la impotencia de no poder explicar y de no poder enseñarle còmo eran las cosas en realidad, saber que a partir de eso estaba perdièndole, creo que esperaba que se acercara pero entiendo que no lo hiciera.

Y bueno, esta ùltima vez, tenìa que salir y caminar, ver las cosas desde afuera y tal vez hacerle ver las cosas desde afuera, una parte de mì esperaba que me dijera de estar con èl, querìa que me abrazara y no me dejara ir. Odiaba estar llorando junto a èl cuando lo que querìa era abrazarlo y besarlo.

Es cierto, en cuanto a relaciones personales soy una niña.
Pero estoy segura que puedo aprender, como he aprendido a comer a la hora que se debe comer.
No creo que sea casualidad que dos cuerpos puedan estar tan bien juntos,
casi que lo sè, casi que debo saber leer pero no puedo, lo siento dentro. Hace unos años escribì que no entendìa porquè el amor era così importante, que me parecìa que cuando alguien no quiere estar contigo lo mejor es dejarlo ir.
ahora releo mis escritos, no habìa pasado por esto, tenìan razòn los que decìan qu no habìa conocido la persona justa.