bosque

Mister gato salio a caminar, era un domingo fabuloso. Se adentro en el bosque siguiendo la ruta que desde pequeño seguia, un sendero magnifico lleno de arboles con historias que contarle, flores, aromas de la naturaleza que purifcaban el alma y le hacian sentir tan bien. Mister gato llego a un claro cercano a la laguna magica y se sento a comer su almuerzo, una vez que tenia listo su emparedado y estaba por morderlo, escucho: hola.....
hola, respondio, buscando el origen de dicha voz... como estas? oye, tengo hambre, me convidas de tu pan??
ehhhe.. dijo mister gato, dejame ver quien eres, acercate...
un pequeño duendecillo salio de entre las ramas,  era muy pequeño y se veia a leguas que no habia comido en semanas... Me he perdido, yo se que por aqui esta mi casa, pero sabes? queria conocer mas del bosque, me choca que los duendes viejos cuentan mil cosas y que yo solo tenga que escuchar, pero por buscar mi camino estoy en este dilema.. me das un poquito de tu pan??
Mister gato era un poco esceptico y antes de darle del pan, le pregunto: a ver a ver... quisiera algo a cambio..
a cambio? pero que cosa te puedo dar yo, soy un duende que no tiene nada, si quieres te puedo ofrecer mi amistad...

Mister gato dudo un momento, luego penso que a fin de cuentas tenia amigos de todo tipo, pero no un duende como amigo. Ok, ven y come un pedazo de mi emparedado y platiquemos, es el primer paso para ser amigos.
El duendecillo se acerco y empezo a comer, con la boca medio llena de pan, le dijo... no se las reglas del mundo de los gatos, pero entre duendes, una vez que prometes ser amigo, es para siempre, ¿estas de acuerdo? - Para siempre... esta bien, dijo Mister gato, hare lo posible, pero por ahora lo unico que te puedo prometer es que no te prometo nada ¿Esta bien? 


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