capitán mostaza

Nunca conoció el mar, sin embargo soñaba cada noche que se embarcaba y descubría tierras lejanas, su novia era una sirena por todos conocida pero sólo por él amada, se había enamorado de ella porque era la única que podía soportar la fuerza de su ojo izquierdo, el derecho lo había arrancado de raíz, al perder a la primera mujer amada pero hacía ya tanto tiempo de eso que había decidido amar a alguien más ¿y qué mejor que una sirena ciega?
La sirena ciega vivia en una isla apartada de las otras, gustaba de escuchar el mar y de sentir el movimiento de su cuerpo en el agua, leia con los dedos, con la piel, era verdad que la pérdida de uno de los sentidos aguzaba los demás, cada noche esperaba con ansia la llegada de su capitán, sólo que el dichoso capitán tenía miedo del agua, así que  se encontraban en los sueños, donde él no temia al mar y ella veía a través de las sombras.