paréntesis

Hace unos meses intenté escribir una historia de amor basándome en esas cosillas que todas esperamos y en esas cosas que estaban sucediendo, no terminé la historia a tiempo, por decirlo de algún modo.

La historia debía terminar hace mucho tiempo, con un gran adios, sin flores y sin cuentos, así austera y medio jodida como fue, con algo de lágrimas y despedidas, en una sala de avión esperando por horas que fuera la hora de irme o de volver, o de no partir.

Y es que cuando se abre una puerta nueva de paquete, otra se cierra y eso está bien, nada de dejar puertas entrecerradas ni de decir cosas a mitad, gran mal vicio que tengo desde que decir todo era algo imposible porque el todo era demasiado y entonces se aprende a no decir o a decir a pedacitos que eso está bien si es arte y se deja abierto el pensamiento para que los otros lo terminen, pero no está bien cuando de obsesiones se trata y uno no pone los puntos sobre las is, ies, íes.
Y honestamente como para mí no era algo real esto, lo veía desde mi ventana y pensaba: "¿¡Carajos! qué cosas tan raras suceden en el mundo" porque no me parecían tan importantes como para tomarse en serio, pero se vuelven importantes cuando pasó esto que pasó ayer, y veo sus ojos y la simple idea de que por una de mis pendejadas conocidas y habituales, no les vuelva a ver, me baja de mi ventanita de "aquí estoy de huevos viendo a ver qué pasa" Y entonces basta de confusiones, de dobles sentidos.

Comentarios

  1. Anonymous9:10 p.m.

    Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares