vivir partido en tres
dos personalidades diferentes ¿Será verdad?
Será verdad que muchas personas de mi signo zodiacal gustan de la variedad en las personas, en los gustos, en las cosas y odian enrutinarse, dar por hecho, vivir rodeado de hábitos?
La verdad es que mi abuela era una géminis y adoraba esperar a mi abuelo cada tarde a las dos, era tan precisa la cosa que cuando ella ponía la sopa caliente en el plato, mi abuelo estaba entrando por la puerta, era maravilloso ver como se querían, como se daban de comer en la boca, se besaban en la boca cosa que mis padres nunca hacían, iban al supermercado y era como que se leían la mente, en navidades siempre contentos, de vacaciones siempre contentos, el modo que conocí el amor de pareja fue mediante el amor de mis abuelos, luego supe, luego mi abuelo a setenta y tantos años perdió la cabeza y finalmente todo ese amor no sé en dónde quedó. Los últimos años de sus vidas las pasaron en forma terrible, él con otra y ella esperando que él volviera, una vida de servir la sopa caliente en la mesa y esperarlo en las noches, de estar juntos y ver crecer a sus hijos, toda esa historia de amor terminó así, y fue entonces que conocí la otra parte de la historia...
Lupe, mi abuela, hija de un señor español que llegó en los primeros años del siglo veinte a méxico, conoció a Lupita, mexicana como todas las demás, pequeñita, mujer duende ella también, este señor llamado además Diego (y no sé porqué no encuentro empatía en su nombre ni en su foto, un hombre gigantesco sobretodo junto a esta pequeña mujer, apenas le llegaba a la cintura).
Diego se dedicó al transporte de mercancía por medio del tren, visionario y con suerte logró hacer una fortuna, la familia de mi abuela era rica. Mi abuela creció en cuna de oro, como ella misma me contó, una vez pidió un caballo para los reyes magos y el caballo estaba ahí la mañana siguiente, aprendió a tocar el piano, a bordar, a cocinar postres y platillos de ricos, y ya cuando estuvo en edad casadera se comprometió con un "hombre de porvenir" un Militar marino, visto que vivía en el puerto más importante de los años cuarenta. Una noche antes de su boda su hermano llegó a casa, encabronado, le dijo a toda la familia que había encontrado al prometido en cuestión en un burdel famoso del lugar, era como es ahora, tradición que la noche antes de la boda, los hombres fueran a estos lugares, pero para la familia de mi abuela fue la cosa peor que puedo pasar. Al día siguiente en vez de ir a la iglesia la mandaron con su familia de Puebla, se encerró por dos semanas a llorar y finalmente un sábado fue a una fiesta a la que sus primas insistieron debían ir. En cuando llegó a la fiesta uno de los invitados no dejó de verla, una hora después ya bailaban y él la invitó a comer al día siguiente, ese mismo día le pidió matrimonio y mi abuela dijo que sí, sin dudar. El fin de semana siguiente mi abuelo y mi bisabuela ya estaban en Veracruz preparando la boda, dos meses después mi abuela llegaba a la vecindad en la que viviría con mi abuelo. Después mi abuelo contaría orgulloso que cuando la fue a dejar a su casa la primera noche, metió la mano a la bolsa del abrigo de mi abuela y el hecho de que no estuviera agujereada le hizo pensar que sería una buena esposa, visto que se preocupaba por no tener roto el abrigo, mi abuela en cambio dijo que aceptó casarse con él porque pensó que nadie más la pediría en matrimonio.
"Vecindad" mi abuela ni siquiera conocía la palabra, su casa consistía en un cuarto con el baño afuera, una de esas vecindades que se conocen como vecindades quinto patieras, mi abuelo era tan pobre que a veces no tenían para comer. Nació mi tío y luego mi papá, para cuando mi papá nació, la pobreza llevó al extremo a mi abuela y un día así sin más, perdió la razón. Mi abuelo llegó de su trabajo y la encontró sentada en la cama, mi papá y mi tío llorando mientras ella sólo veía la pared y tenía entre las manos los dos pesos que les quedaban para terminar el mes. Mi abuelo siempre fue un hombre sin problemas, o más bien, que se desahacía de los mismos y llamó a la familia de mi abuela (la que no sabía nada de esta pobreza) Los padres de mi abuela se la llevaron a Veracruz, junto con mi tío y mi papá, estuvo en un hospital siquiátrico durante tres meses, más tarde cuando se recuperó, regresó a Puebla, decía que el amor por su marido era más grande que sus ganas de tener una vida de rica.
Contaba mi abuela que debía cuidar hasta el último centavo, además mi abuelo no la dejaba salir porque decía, en la calle las mujeres se volvían cuscas, una vez mi abuela vio un vestido y le dijo que lo quería para su cumpleaños, el día del cumpleaños de mi abuela, mi abuelo le dijo: "vamos a ver tu vestido" Ella contentísima se arregló para ir a comprar su vestido, mi abuela siempre estaba bien arreglada, pintada, peinada, tenía lo que se dice "clase". Cuando llegaron a la tienda de ropa mi abuela le dijo "es éste" y mi abuelo contestó, "bueno, ya lo viste, ahora nos vamos a la casa, ni creas que te lo voy a comprar". La verdad es que mi abuelo no era tan pobre como decía ni tan bueno como parecía, su oficio era el de joyero pero su vicio era el de avaro, no gastaba en nada, en absolutamente nada, cuando le dijeron porqué no compraba una casa dijo que no estaba loco para comprar una casa que una vez muerto, quién sabe quién iba a disfrutar, así que toda la vida vivieron en departamentos, con un coche viejo que mi papá le había regalado, con la ropa apenas a punto de romperse, aunque su closet estaba lleno de ropa nueva.
Probablemente eran los tiempos, el punto es que esta géminis desbordaba su creatividad en la realización de nacimientos gigantes, su casa en navidad era maravillosa, llena de luces y de figuras magníficas...
Esta fue una géminis atrapada?
probablemente todo eso de los signos sea una gran mentira, dentro de mí puede que viva una ama de casa dispuesta a dejar todo lo que conozco por estar con el hombre de mi vida, al menos con el hombre del resto de mi vida. Ese al que le dedicaría todas las películas rosas que he visto, la canción de growing old with you, en fin...
Será verdad que muchas personas de mi signo zodiacal gustan de la variedad en las personas, en los gustos, en las cosas y odian enrutinarse, dar por hecho, vivir rodeado de hábitos?
La verdad es que mi abuela era una géminis y adoraba esperar a mi abuelo cada tarde a las dos, era tan precisa la cosa que cuando ella ponía la sopa caliente en el plato, mi abuelo estaba entrando por la puerta, era maravilloso ver como se querían, como se daban de comer en la boca, se besaban en la boca cosa que mis padres nunca hacían, iban al supermercado y era como que se leían la mente, en navidades siempre contentos, de vacaciones siempre contentos, el modo que conocí el amor de pareja fue mediante el amor de mis abuelos, luego supe, luego mi abuelo a setenta y tantos años perdió la cabeza y finalmente todo ese amor no sé en dónde quedó. Los últimos años de sus vidas las pasaron en forma terrible, él con otra y ella esperando que él volviera, una vida de servir la sopa caliente en la mesa y esperarlo en las noches, de estar juntos y ver crecer a sus hijos, toda esa historia de amor terminó así, y fue entonces que conocí la otra parte de la historia...
Lupe, mi abuela, hija de un señor español que llegó en los primeros años del siglo veinte a méxico, conoció a Lupita, mexicana como todas las demás, pequeñita, mujer duende ella también, este señor llamado además Diego (y no sé porqué no encuentro empatía en su nombre ni en su foto, un hombre gigantesco sobretodo junto a esta pequeña mujer, apenas le llegaba a la cintura).
Diego se dedicó al transporte de mercancía por medio del tren, visionario y con suerte logró hacer una fortuna, la familia de mi abuela era rica. Mi abuela creció en cuna de oro, como ella misma me contó, una vez pidió un caballo para los reyes magos y el caballo estaba ahí la mañana siguiente, aprendió a tocar el piano, a bordar, a cocinar postres y platillos de ricos, y ya cuando estuvo en edad casadera se comprometió con un "hombre de porvenir" un Militar marino, visto que vivía en el puerto más importante de los años cuarenta. Una noche antes de su boda su hermano llegó a casa, encabronado, le dijo a toda la familia que había encontrado al prometido en cuestión en un burdel famoso del lugar, era como es ahora, tradición que la noche antes de la boda, los hombres fueran a estos lugares, pero para la familia de mi abuela fue la cosa peor que puedo pasar. Al día siguiente en vez de ir a la iglesia la mandaron con su familia de Puebla, se encerró por dos semanas a llorar y finalmente un sábado fue a una fiesta a la que sus primas insistieron debían ir. En cuando llegó a la fiesta uno de los invitados no dejó de verla, una hora después ya bailaban y él la invitó a comer al día siguiente, ese mismo día le pidió matrimonio y mi abuela dijo que sí, sin dudar. El fin de semana siguiente mi abuelo y mi bisabuela ya estaban en Veracruz preparando la boda, dos meses después mi abuela llegaba a la vecindad en la que viviría con mi abuelo. Después mi abuelo contaría orgulloso que cuando la fue a dejar a su casa la primera noche, metió la mano a la bolsa del abrigo de mi abuela y el hecho de que no estuviera agujereada le hizo pensar que sería una buena esposa, visto que se preocupaba por no tener roto el abrigo, mi abuela en cambio dijo que aceptó casarse con él porque pensó que nadie más la pediría en matrimonio.
"Vecindad" mi abuela ni siquiera conocía la palabra, su casa consistía en un cuarto con el baño afuera, una de esas vecindades que se conocen como vecindades quinto patieras, mi abuelo era tan pobre que a veces no tenían para comer. Nació mi tío y luego mi papá, para cuando mi papá nació, la pobreza llevó al extremo a mi abuela y un día así sin más, perdió la razón. Mi abuelo llegó de su trabajo y la encontró sentada en la cama, mi papá y mi tío llorando mientras ella sólo veía la pared y tenía entre las manos los dos pesos que les quedaban para terminar el mes. Mi abuelo siempre fue un hombre sin problemas, o más bien, que se desahacía de los mismos y llamó a la familia de mi abuela (la que no sabía nada de esta pobreza) Los padres de mi abuela se la llevaron a Veracruz, junto con mi tío y mi papá, estuvo en un hospital siquiátrico durante tres meses, más tarde cuando se recuperó, regresó a Puebla, decía que el amor por su marido era más grande que sus ganas de tener una vida de rica.
Contaba mi abuela que debía cuidar hasta el último centavo, además mi abuelo no la dejaba salir porque decía, en la calle las mujeres se volvían cuscas, una vez mi abuela vio un vestido y le dijo que lo quería para su cumpleaños, el día del cumpleaños de mi abuela, mi abuelo le dijo: "vamos a ver tu vestido" Ella contentísima se arregló para ir a comprar su vestido, mi abuela siempre estaba bien arreglada, pintada, peinada, tenía lo que se dice "clase". Cuando llegaron a la tienda de ropa mi abuela le dijo "es éste" y mi abuelo contestó, "bueno, ya lo viste, ahora nos vamos a la casa, ni creas que te lo voy a comprar". La verdad es que mi abuelo no era tan pobre como decía ni tan bueno como parecía, su oficio era el de joyero pero su vicio era el de avaro, no gastaba en nada, en absolutamente nada, cuando le dijeron porqué no compraba una casa dijo que no estaba loco para comprar una casa que una vez muerto, quién sabe quién iba a disfrutar, así que toda la vida vivieron en departamentos, con un coche viejo que mi papá le había regalado, con la ropa apenas a punto de romperse, aunque su closet estaba lleno de ropa nueva.
Probablemente eran los tiempos, el punto es que esta géminis desbordaba su creatividad en la realización de nacimientos gigantes, su casa en navidad era maravillosa, llena de luces y de figuras magníficas...
Esta fue una géminis atrapada?
probablemente todo eso de los signos sea una gran mentira, dentro de mí puede que viva una ama de casa dispuesta a dejar todo lo que conozco por estar con el hombre de mi vida, al menos con el hombre del resto de mi vida. Ese al que le dedicaría todas las películas rosas que he visto, la canción de growing old with you, en fin...
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