peces de ciudad.

Estoy escuchando esta canción que no tiene ni tantita madre de lo buena que está. Cuando estuve en Italia la escuchaba siempre y cuando dice " En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver" Yo pensaba: como sea, yo no vuelvo a este pinche lugar.
Han pasado cinco años y mucho en mí es distinto. Volviendo a oír esta canción aquí en mi casita, esperando unos minutos para bañarme y sin cabeza para hacer una maleta, preparar papeles y demás, me doy cuenta que vuelvo por casualidad, él bien podría ser de casadetiaputa y lo mismo yo iría para allá. Es por eso que no me muero de las ganas (bueno, un poco sí, claro, si me da alegría ver a mi amiga) Es por eso que no tengo tantas ganas... (ok, me gustaría encontrarla tranquilamente y platicar con ella, pero ya sé que es engorrosirijilla) Es por eso que me empieza a fastidiar la idea de ver a estas personas que en punto número uno, me tratan como una imbécil por mi forma de hablar (eso quiero pensar, que me dirá cosillas raras y me cuestionarán cosas que no estoy dispuesta a responder, coñetes! En lo más profundo de mi ser, si, claro estoy contenta de verles, pero aquí entre nos, después de verlo lo que más quiero volver a ver es este pinche lago mayor, porque finalmente fue él mi máximo compañero de aquél periodo que nadie alcanzará a comprender lo jodidamente importante que fue para hacerme quien ahora soy, para creermela. Me encantaba caminar de pallanza a intra o a no sé donde era, donde se acababa la carretera, ver pasar a la gente, sentarme a comer heladito en el verano mientras los mosquitos me acababan el trasero a piquetazos, ver pasar a los chavillos y a los ruquillos que allá todavía son chavillos (ja ja). Correr en las mañanas toda ingenua con mi pants de 50 pesos y ver pasar a los otros corredores vestidos bien acá con su aparatillo que cuenta los latidos mientras yo iba con mi mp3 super gastado y repetido escuchando "se peinaba a lo garçon..."

Comentarios

Entradas populares