culturas prehispánicas

Mirábamos las pirámides, unas reproducciones medio chafas que están en el aeropuerto para que los turistas alcancen a ver un poquito del México prehispánico, no sé cuántos turistas se van de México sin ver una pirámide de esas gigantescas onda Teotihuacan y sobretodo sin ponerse una buena borrachera con tequila y comer algo de verdad picoso, echarse un Pozolito, una memela, un atole con tamal de desayuno, comprar dulces típicos y un sombrero de charro. Como guía de turistas moriría de hambre,aunque siempre podría hacer de guía de gente que no quiere ver las cosas interesantes de México, podría llamarse el tour "la otra ruta". Un viaje por el México equis, piérdase por las carreteras peligrosas de México viendo siempre el mismo tipo de paisaje, nada interesante por más de ocho horas y el riesgo de morir enmedio de un deslave, sí, podría funcionar. Diez días en México y no sabía qué es un mariachi, un tamal, que hay maíz azul y muchas otras cosas que no me parecen importantes, no porque no "ame" a mi país, no me parecen importantes.(punto)
Entonces estábamos viendo lo que debió conocer, las pirámides y mientras mirábamos las pirámides nos besábamos ¿Cómo dice la ley de Newton? Pues si a toda acción corresponde una reacción era obvio que después de tanta acción iba a regresar a casa un poco más muerta que de costumbre. Los aeropuertos siempre me han parecido algo mágico, como cuando mi papá llegaba cargado de regalos y todo era felicidad y tambièn como cuando se iba y regresábamos a casa tristes, como cuando me fui al viejo continente y no paré de llorar todo el vuelo, ahora le veía irse sin verlo, caminé por mi maleta a sentarme a esperar la hora en que saliera mi ADO de vuelta a casa, esperando que el tiempo pasara in fretta, en chinga.

Comentarios

Entradas populares