Dentro, dentro, dentro.

Se metió en mis ojos, llegó el punto en que sólo puedo ver su nariz, sus dientecillos, sus uñas arañosas, la locura de su mirada.
Luego, no sé como, se metió en mi casa, su imagen vive en mi espejo y baila mientras me ve cortarme con cuchillas, se burla de mí, irónico me da un beso frío.
Se volvió cada canción que me gusta, se volvió el candystripe legs, el I´m so sorry, the scheleton kiss, who eats and fucks my brain.
Y yo sigo metiendo mariposas en cajitas rojas que al él abrir, formarán su nombre en el aire. Sabemos que las atrapará, las meterá en una caja de esas negras con forma de diamante y las enterrará vivas, en las noches antes de dormir tratará de descifrar el acertijo.

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